La solera de mortero de cemento es la base más común para la colocación de parquet y tarimas en obras de nueva construcción. El mortero se compone de cemento y arena de río lavada con tamaño de grano máximo de 4mm.
La solera de mortero de cemento es vertido desde una máquina de bombeo de cemento hacia el forjado de la obra, el cual para este proceso debe estar siempre limpio, se extiende con regla y se alisa con la llana.
El grosor mínimo de las soleras es de 3cm aunque si hubiera tuberías podría variar. Las tuberías ubicadas en el espacio donde se vaya a aplicar el mortero deben estar correctamente aisladas, de lo contrario podrían obstruirse.
La solera debe dejarse secar unos días debido a que en sus capas inferiores conserva humedad y resultaría imposible la colocación de pavimentos de madera con un grado de humedad elevado, debemos estar constantemente controlando el grado de humedad de la solera. Antes de la colocación del pavimento y con la solera completamente seca se debe quitar toda impureza o granos que hubiesen quedado en la superficie puesto que pueden complicar la instalación o colocación del parquet o tarima.
La aplicación de soleras es la solución más acertada para:
Ejemplos de trabajos de colocación, instalación de tarimas, parquets, pavimentos y revestimientos de todo tipo de paredes y suelos.